“A los uribistas le ha gustado muchísimo, no he recibido sino llamadas de todos lados, de todo el país, diciendo qué maravilla de propaganda. Algunos antiuribistas la han criticado, pero de eso se trata, de ponerle un poco de humor, de pimienta a esta campaña, con propaganda negra, con propaganda simpática...”(1)
¿Y qué es la propaganda negra? Es un errado manejo publicitario que se emplea sobre todo en política, con el fin de criminalizar al oponente, distorsionar sus palabras, explotar sus desatinos reales o inventados y lacerar su imagen. Su estrategia principal consiste en atacar la honra y el buen nombre de las personas que amenazan la llegada al poder de quien, ante sus propias falencias, y pasado dudoso como en el caso de Santos, debe recurrir a este tipo de estrategias para alcanzar el posicionamiento que sus ideas y propuestas no le permiten concretar. Para tal fin la propaganda negra se vale del rumor, la calumnia y la estigmatización.
De acuerdo a lo expresado por la presidenta del Consejo Nacional Electoral, la magistrada Adelina Covo, -ELEGIDA el pasado 2 DE MAYO- en respuesta a los señalamientos hechos por varios sectores del país contra la campaña de Juan Manuel Santos por haber "contratado" al publicista venezolano J.J Rendón(2), en Colombia está reglamentada la llamada “propaganda negra o negativa”, y sólo aquella propaganda que atente contra la dignidad de otro candidato puede ser retirada. Sin embargo, el código penal va mucho más allá, pues establece que la difamación está tipificada como injuria y calumnia.
Durante la segunda Guerra Mundial, la propaganda negra fue empleada con el fin de quebrar la voluntad de resistencia de ciudadanos inconformes con lo que sucedía y de los mismos soldados británicos y alemanes. Este tipo de propaganda, que contraria a la llamada propaganda blanca con la que se busca destacar las excelencias propias y los males ajenos, ha sido pensada para corromper la moral y los valores de una sociedad y, así, debilitarla, como lo afirma Jorge Vilches en el anális que realiza del libro “El poder de la mentira: La propaganda negra en la Segunda Guerra Mundial” de Stanley Newcourt-Nowodworsk.
"Más útil que la "propaganda por el hecho", esa acción violenta que busca minar la moral del enemigo, es la guerra psicológica, nos dice Newcourt-Nowodworski, pensando en el terrorismo actual. Ya Lenin decía que la desintegración de la moral y de la fibra espiritual de una nación es el paso previo para el golpe final. Y Hitler, en Mein Kampf, apuntaba que ese mensaje para controlar voluntades sin que el receptor lo note tiene su propia técnica. El secreto está en dirigirse a las masas, apelar a las emociones antes que a la razón, con eslóganes comprensibles aun para los más bajos niveles intelectuales, manejando un reducido puñado de ideas que han de repetirse continuamente".(3)
En un texto de análisis sobre la propaganda negativa o negra, el periodista español Francisco Sierra establece lo siguiente:
"Dependiendo de los acontecimientos y los objetivos de campaña propagandística, la propaganda negativa tantea, construye y manipula la información retocando hechos reales susceptibles de ser explotados en la estrategia de guerra de información.
(...) En el extremo de las técnicas de propaganda tendríamos la desinformación, muy importante en el conflicto bélico. Como luego comprobamos en la guerra del Golfo, numerosas informaciones resultaron falsas pues fueron filtradas a la prensa para desorientar a la opinión pública nacional y extranjera. El recurso a los "globos sonda", a la invención de hechos no comprobados o a la puesta en circulación de medias verdades es común en guerras como la de Chiapas.
El maquiavelismo, por el que se reduce y se convierte al adversario en una caricatura con una fuerte connotación negativa. De nuevo en la guerra del Golfo, por ejemplo, Sadam Hussein fue representado como un tirano, traicionero, asesino, peligroso, loco, en fin cuantos calificativos fueran imaginables para reforzar la coalición occidental y deshumanizar al adversario reforzando el contraste de los blancos sobre negro.
Estas técnicas junto a la utilización de la imagen (infoguerra), la guerra psicológica y la restricción de las fuentes de información, con el establecimiento incluso de la censura, o lo que es peor, la autocensura, establecen un marco de manipulación informativa, en el que la información es propaganda y los medios de comunicación instrumentos de persuasión. Pues hoy en las guerras los ejércitos no buscan vencer sino con-vencer (para aplastar). La guerra moderna de la posguerra fría es antes que nada una guerra ideológica. Y la propaganda, una forma de conquista de las mentes y los corazones de los ciudadanos" (4)
La propaganda negra concede más importancia a la eficacia del mensaje que a la verdad. Y actúa con cobardía, por ello suele propagar mentiras y calumnias a través de canales indirectos de modo que cuando el contrincante lo descubre, no hay a quien responsabilizar; tal como ha sucedido con la página de dignidad por Colombia a favor de Santos o con las vallas contra Mockus en el departamento del Meta.
Nota// ¿Es posible falsear la voz del mandatario para exponer un apoyo que contraría las disposiciones en materia electoral, sin que ello demande sanciones? Si es así, mañana se puede contratar a otro, o si se quiere al mismo imitador que no lo hace tan mal, para que diga, o confiese el pasado y presente criminal del mandatario que el guinosta tenga a bien recordar o imaginar.
Nota 2: ¿Será que la confesión de Santos en su búsqueda de picardía en la publicidad de campaña, le afloró mientras se fumaba un cacho de marihuana? ¿ lo habrá compartido con JJ? .
ESCUCHENLO EN DIRECTO Y SI PUEDEN GRABENLO: http://www.elespectador.co
NOTAS AL PIE
(1). http://www.elespectador.co
(2). LA PROPAGANDA NEGRA ESTÁ PERMITIDA EN COLOMBIA. RCN RADIO
http://www.rcnradio.com/no
(3). Francisco Vilches; Sobre "LA PROPAGANDA NEGRA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL" de Stanley Newcourt-Nowodworsk. Editorial Algaba, Madrid. 2006
(4)Francisco Sierra, "La propaganda". Facultad de periodismo, Universidad de Sevilla
(4)Francisco Sierra, "La propaganda". Facultad de periodismo, Universidad de Sevilla
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